Un grupo
de expertos norteamericanos realizó un estudio en el que se abordan, con
evidencia empíricas, las consecuencias
negativas de trascendencia que el consumo de pornografía deja tanto en el aspecto personal, como en el
familiar y social.
Estos resultados se publicaron en el libro “La pornografía.
Sus efectos sociales y criminógenos” (Edisofer). En él se resumen las
conclusiones del encuentro de dichos expertos conocido como The Social Trenes
Institute, y los costos sociales de la pornografía en el mundo actual,
facilitado sobre todo por la aparición de Internet, sin ningún tipo de control
o legislación.
Las conclusiones mencionadas son ocho, y las damos a
continuación.
1.- Nadie permanece ajeno a la pornografía. A
diferencia de otros períodos históricos, la misma es de fácil acceso y amplio
consumo en nuestra sociedad por el extraordinario desarrollo de los medios de
comunicación.
2.- Abundantes datos empíricos muestran que la
pornografía actual es cualitativamente
distinta de cualquier otra anterior, en varios sentidos: su ubicuidad, el uso
de imágenes cada vez más explícitas difundidas en tiempo real, y el carácter
cada vez más extremo de su contenido.
3.- El actual consumo de pornografía en Internet puede
dañar especialmente a las mujeres, ya que moldea las expectativas culturales
sobre su comportamiento sexual.
4.- El actual consumo de pornografía en Internet puede
dañar irreparablemente a los niños, puesto que ellos están mucho más expuestos
por la facilidad que tienen de acceder a la red en el propio hogar.
5.- También sufren daño las personas no directamente
relacionadas con los consumidores, como aquellas que son objeto del tráfico de
la pornografía, en especial mujeres y niños.
6.- Los consumidores en su mayoría hombres, sufren los
siguientes daños: el deterioro del matrimonio y otras relaciones íntimas;
incompetencia sexual con una pareja real; el inicio de una tendencia a sentirse
atraído cada vez por materiales más extremos.
7.- La pornografía plantea problemas morales y
filosóficos. En la actualidad su justificación proviene de la filosofía
libertaria y el relativismo religioso. Mucha gente sostiene que la pornografía
ejercida libremente no plantea problemas a los demás, y el daño lo sufrirá el
consumidor, como con el cigarrillo por ejemplo. Sin embargo, por todo lo
anterior, vemos que sí provoca un grave daño social y familiar.
8.- La pornografía debe ser regulada, y requiere de
intentos legales para aminorar los problemas que causa, aunque no todo el mundo
resulte perjudicado. La lucha será larga y difícil, ya que los Tribunales
Federales de EE.UU. han dificultado la aplicación efectiva de leyes contra la
obscenidad.
Es necesario
atraer la atención pública sobre el ingente volumen de datos acumulados en
torno a las consecuencias de este grave vicio que denigra a la mujer y
pervierte a niños y adolescentes, aparte de provocar disfunciones sociales e
individuales. Los padres deben vigilar atentamente el acceso a Internet de sus
hijos, para que estos se desarrollen plenamente como personas, tanto en lo
espiritual como en lo material.
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