EL AÑO EN QUE ESPAÑA DERROTÓ A
INGLATERRA - Pablo Victoria
Una vez más, ha tenido que ser
un no español el que venga a refrescarnos un acontecimiento histórico de gran
trascendencia y que en España no es que esté olvidado, es que no existe.Hasta el propio autor se extrañó cuando vino a España en busca de información que aquí no hubiese nada más que alguna reseña de no más de 3 o 4 líneas en alguna enciclopedia perdida. En fin, que os voy a contar.
El libro relata con todo lujo de detalles la defensa y victoria final sobre una “armada invencible” inglesa, mayor en número de barcos y hombres a la enviada siglos atrás por Felipe II, a conquistar Cartagena de Indias y así estrangular y colapsar la vértebra principal de los puertos de ultramar y de la ruta del oro por Panamá, y como consecuencia, apoderarse del Imperio Español en América.
El 13 de Marzo de 1741, una flota invasora, según el autor la más grande de la historia después de Normandía, al mando del Almirante Sir Edward Vernon y compuesta de 180 navíos, 23.600 hombres y 3.000 piezas de artillería, asomaba sobre las costas de Cartagena de Indias para comenzar un asedio infernal.
Los ingleses se sabían tan superiores que ya habían preparado los festejos de su victoria, incluso habían acuñado una serie de monedas y medallas con leyendas sobre su aplastante victoria y la humillación infligida al imperio Español. Pero los ingleses no contaban con que los españoles tenían al “medio hombre” más valiente y capaz de los que la historia nos ha dado. El General Don Blas de Lezo que, cojo, tuerto y manco pudo vencer, no sin harto sufrimiento, a esta vasta flota y derrotó y humilló al “perro inglés” hasta el punto que este episodio fue olvidado y enterrado y nunca más se supo de él ni de las monedas, medallas, preparativos y festejos que habían hecho antes de la batalla. Por olvidarse, hasta España acabó olvidando la vergüenza que para los ingleses supuso esta gran derrota y olvidó también al propio Blas de Lezo. (Agreguemos que, para salvar el honor, Vernon quiso tomar
Es una pena, como dice el autor, que estos pasajes ni siquiera aparezcan en los libros de historia de los colegios y que no se sepa nada de este episodio, este libro en gran medida es un tributo a este “hombre y medio” y de esta manera hacer un poco de justicia histórica.
El libro está muy bien enfocado ya que el autor explica el por qué de cada cosa. Se remonta incluso a la adolescencia del General Blas de Lezo para explicar sus heridas en combate. El por qué ciertas decisiones políticas en aquella época se tomaban. Las características sociales de las colonias, con los distintos estratos; criollos, españoles, negros, indios y esclavos. Las causas que llevaron a Inglaterra y España a la guerra y la determinación inglesa por acabar con la supremacía española en América.
Mención aparte tiene para mí toda la narración del asedio y del combate. El autor reconstruye diálogos y extractos del diario de guerra del General español y lo envuelve todo en una atmósfera que hace que uno no se pierda detalle del combate. Las tomas de decisiones, las reuniones con el Virrey de Nueva Granada y con los generales, y por último, el alto nivel de detalle en las descripciones de las interminables y sucesivas batallas apuntando número de hombres, cañones, tipos de barco, fuertes, fortines y murallas y todo lo que en aquellos días y en aquel lugar ocupó a los 2 ejércitos. Incluso hay 3 o 4 mapas con la situación de los invasores y de los defensores para poder visualizar a groso modo todo lo explicado.
Bueno es la primera
vez que entro y escribo en este foro. Así que no tengo los datos exactos de
lo que voy a explicar, me ha pillado un poco de sorpresa.
Por ahora nos olvidamos de
esas 4 batallas a las que tanta importancia dais.
Prefiero que busquemos en
otras jornadas y su significado en la historia, valgan de ejemplo: La batalla
de
1ª Batalla de
2ª Batalla de las Islas
Terceras (Azores): 26 de Julio de 1582, victoria decisiva de Don Alvaro de
Bazán sobre una flota francesa al mando de Felipe Strozzi que iba en apoyo de
los insurgentes portugueses que no habían aceptado el gobierno de Felipe II,
apoyados por intrigas francesas e inglesas ¡Cómo no! Que ofrecían sus apoyos
al prior de Crato (No era el legitimo heredero) para la defensa del
Archipielago. Que os recuerdo aparte de toda tapadera diplomática era lugar
de reunión y aprovisionamiento de las flotas venidas de Las Indias. Pues bien
el rey manda a D. Alvaro con fuerza de unos 25 bajeles de Guerra con unos
3000 infantes el cual se encuentra ni más ni menos que con 60 buques y unos 6
ó 7000 soldados enemigos, en ambos casos sin contar la marinería. Nuestro almirante
no se amilano ,formo nuestra flota en dos grupos y espero el ataque. Pero el
galeón San Mateo se salio de la línea pero ya no opto por volver y se vio
rodeado por los cinco navíos enemigos más fuertes, a los que mantuvo a raya
durante dos horas. Tiempo en que se aproximaron los navíos de la flota de
retaguardia española, se creó un apelotonamiento de naves aferradas en el
cual los nuestros llevaron la mejor parte, muy en la doctrina española del
tiro a tocapenoles y del abordaje dirán algunos, ¡PERO! Es que mientras la
flota de vanguardia mantenía la línea ¡ya veis no es invento ingles! Y a
cañonazos contenían a los demás buques franceses, por ejemplo la urca San
Pedro fue desmantelando sucesivamente una detrás de otra a CUATRO naves
contrarias. Mientras el almirante español en su galeón San Martin iba
observando el combate y cañoneando de pasada a todo infeliz enemigo que
cruzaba de cerca cañoneándolo y desarvolándolo hasta ver que la almiranta
enemiga se desatrancaba del antedicho San Mateo contra la cual rápidamente se
abalanza, haciéndolo a la vez por la otra banda la nave llamada Catalina,
rindiéndola ambas en una hora, aún llevando gente de refresco que le acababan
de traspasar de otras naves. Hecho que dio lugar a la retirada francesa. No
seguida por la española en la que después de cinco horas de combate en una
total desventaja numérica los daños deberían ser graves y el cansancio en el
limite del agotamiento en soldados y marineros. Pero no nos engañemos por
esto último, los nuestros no habían perdido ninguna nave, todas pudieron ser
reparadas ¡Incluso el San Mateo! ,las bajas que tuvimos fueron de 224 muertos
y 550 heridos(cantidad grande en relación a las fuerzas y más en un combate
naval). Pero es que el enemigo perdió 10 navíos y unos 2000 hombres. (que ya
es una cantidad de niveles apocalípticos). En esta batalla la importancia
estriba sobre todo en el hecho de que hasta la secesión de Portugal no sirvió
de apoyo a flotas extranjeras y contribuyo a la feliz llegada de muchas
flotas de las indias. ¿Esto último por cierto que fue durante muchos años una
grandiosa victoria estratégica en una llamaría batalla del atlántico en que
en general nunca nadie pudo retarnos y vencernos, más bien al revés, dando
nosotros muchísimos varapalos a diestro y siniestro?, y en fin si seguís un
poco la historia naval los franceses dejaron de molestar durante casi un
siglo.
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